Después de un desengaño amoroso, Emma se va a Escocia, la tierra de su padre a sanar sus heridas. Su memoria trae recuerdos agridulces a la mujer. Las calles de Edimburgo que dan la bienvenida a la primavera y despiden al frío invierno, todavía mantienen su aspecto tan gris como el alma de Emma.
El nombre de un bar llama su atención y decide entrar para quitarse el recuerdo de su ex como se quitan las infecciones, con alcohol. Ahí conoce a Iwan, un highlander orgulloso de cabello alborotado y ojos azules llenos de dulzura.
Iwan entró al bar después de un día más de trabajo, casi de inmediato una rubia llamó su atención, no solo por su belleza sino por la tristeza en sus ojos. Tenía que hacer algo, una mujer así de hermosa no podía estar triste y nada mejor para sanar las heridas que un viaje a las tierras altas.
Emma e Iwan realizarán un viaje donde descubrirán el amor a su tierra, el amor a la familia y el amor a la persona que viaja a su lado.
Como dato extra(si es que aún no lo saben) soy una gran fan de todo lo que tenga que ver con Escocia, así que cuando leí el título me dieron unas ganas tremendas de leerlo, aunque claro nunca sabes con que te vas a encontrar.
El libro nos habla de Emma, una mujer de Boston con ascendencia escocesa por parte de su padre, y que después de que su novio de toda la vida la engaña decide irse de viaje y que mejor que el país de su padre para intentar olvidar su pena. Ahí es donde conocerá a Iwan un highlander escoces demasiado atractivo y amable como para ser de verdad. Iwan sabe en el momento en que conoce a Emma que tiene que hacer algo para aliviar el dolor de su corazón, así que la invitará a pasar unos días junto con la familia de él en las tierras altas de Escocia, con su familia, los Mackenzies.
A ver, de entrada es bastante criticable. Chica conoce a chico, guapo, amable, el tipo de ensueño, hay chispa enseguida. Yo no soy tanto de amores a primera vista, y este fue algo así, no exactamente el tipo de amor donde nada más de verse ya saben que se aman, sino esos donde sólo de conocerse ya saben que hay algo ahí.
Luego esta el hecho de que Emma acepte pasar unos días con la familia de Iwan en las tierras altas, para distraerse de su pena y para conocer más acerca de la cultura. Vamos a ser sinceros. Uno no se va con un extraño a días de conocerlo. Aunque claro, el personaje es un encanto y ella esta muy triste, así que vamos a dejarlo pasar.
A partir de aquí el rumbo que toman las cosas es bastante bueno, Emma tiene que descubrir mucho de ella que no conocía porque tal vez nunca lo experimento antes, Iwan va a despertar cosas en ella. Pero vamos, a lo largo del libro podemos ver a nuestro protagonista masculino intentando cualquier cosa para verla sonreír, lo cual, es un encanto, claro, pero esa necesidad de tenerla feliz no me la explico, que parece que esa fuera su misión en la vida. Y vale, es una novela corta, muy corta, así que entiendo que no haya mucho tiempo para introducir un romance que surja lentamente.
Ambos como personajes me parecen muy buenos, pero tal vez Iwan es demasiado perfecto que a veces no me lo creía. Creo que lo que más disfrute es la manera en la que Iwan hace que Emma descubra más de ella misma que lo que ella sabía de sí. No se dejen engañar, es una novela corta pero muy tierna, llena de romance y sí, de escenas +18, que por cierto, están muy bien narradas y no sientes que lees lo mismo una y otra vez.
Lo bueno: Me gusta la corta y rápida evolución de Emma, nuestra protagonista, cuando aprende a ver las cosas de otra manera, y como Iwan ayuda a que descubra más de ella misma y todo lo que despierta en ella.
Lo malo: Si no soportas la melosidad este libro tiene mucho de ello, incluso el romance podría no tener buenos fundamentos, pero lo dejaré pasar porque es una novela corta.
En resumen: Un escocés en primavera es una novela tierna por donde sea que lo veas, una química instantánea, que si lo que buscas son amor y un chico perfecto, es lo tuyo.